Una de las diferencias más básicas en el mundo de la cocina es saber diferenciar los alimentos de origen vegetal y animal, teniendo en cuenta que estos últimos, como su propio nombre indica, proceden de los animales como la leche, la carne o el pescado. Estos productos se consumen desde la existencia del ser humano, primero a través de la caza y la pesca y después de la ganadería, los cuales son importantes por los nutrientes que contienen.
La mayoría de los alimentos que provienen de los animales son una gran fuente de potasio, yodo, zinc, calcio y hierro, y también destacan por poseer vitamina K, B, D y A, que ayudan al desarrollo del metabolismo y a mantener el sistema nervioso.