Jean-Jacques Laffont, un economista francés especializado en economía pública y economía de la información, manifestó que “las externalidades son efectos indirectos de las actividades de consumo o producción, es decir, los efectos sobre agentes distintos al originador de tal actividad (y) que no funcionan a través del sistema de precios”. Si nos detenemos en la externalidad positiva, ésta se refiere a cualquier tipo de repercusión indirecta que tiene beneficios experimentales para un tercero, siendo generalmente un agente económico quien lo recibe sin tener que pagar por ello, al contrario de lo que pasa con la externalidad negativa.
La pura realidad es que cualquier acción que realiza una persona dentro de la sociedad actual, por muy pequeña o simple que pueda parecer, provoca cierto efecto sobre los demás, por lo que este tipo de externalidad surge en el momento en el que la acción que se toma como individuo, familia o empresa provoca un efecto secundario muy agradable y útil en el resto de personas.