Ejemplos de autoestima

La autoestima es una unión de pensamientos, percepciones, sentimientos, valoraciones y comportamientos que cada ser humano va construyendo durante toda su vida. Puede variar dependiendo de la sensación de cada uno y también del entorno en el que se socializa, además hay que tener en cuenta, cómo cada persona se enfrenta y se sobrepone a diferentes vivencias.

Cuando el ser humano alcanza los 5 o 6 años, empieza a crearse una imagen propia y a percibir cómo le ven las personas que están a su alrededor.

La autoestima está vinculada a la evaluación que una persona hace de su físico, de su intelecto, de sus emociones, mayormente de su personalidad.


La alta autoestima es aquella persona que tiene seguridad en sí misma y que tiene más probabilidad de alcanzar el éxito en el momento que se confronta a distintas circunstancias admitiendo riesgos y tareas. La baja autoestima es aquella persona que se siente insegura, que es más sensible ante las críticas negativas y que presenta ciertos conflictos para demostrar ante los demás lo que es y lo que vale de una manera adecuada.

Ejemplos de autoestima

Alta autoestima

  • Ser positivo en las metas y proyectos a realizar.
  • Después de vivir momentos apenados o complicados, buscar la solución y sobreponerse a ellos.
  • Preocuparse por la propia imagen y la salud.
  • No achacar a otras personas los errores de uno mismo.
  • Admitir ser quien cada uno es.
  • Sentirse satisfecho con el aspecto físico.
  • Aceptar de forma honrada las virtudes y los defectos.
  • Enfrentar los dilemas con sensatez y madurez.
  • Entender que no hay que tener miedo a la soledad porque forma parte de la vida.
  • Hay que alegrarse por el éxito ajeno y no sentir envidia.
  • Asimilar las acciones del ayer y aprender de ellas para que valgan en el presente y en el futuro.
  • Ser una persona autosuficiente y libre.
  • Tener la suficiente confianza para manifestar tus propias ideas, criterios y sentimientos.
  • Mostrar seguridad al relacionarse con otras personas.
  • No sentir la obligación de gustar o agradar a los demás.
  • No inquietarse a los cambios que puedan venir aunque sean difíciles.

Baja autoestima

  • Tener la necesidad de complacer a los demás.
  • Intentar ser otra persona y vivir una vida diferente para fingir ante otras personas.
  • Sentir rabia, desprecio y asco hacia ti mismo.
  • Culpabilizarse por lo que ocurre alrededor o por lo que otras personas realizan.
  • Infravalorarte como persona.
  • Pensar que no tienes las mismas capacidades y aptitudes que otros seres.
  • Agarrarse a una persona que es infame, aún sabiendo que puede hacerte mucho daño.
  • Aceptar la culpa de una persona por sus propios errores.
  • En momentos de dolor, no saber enfrentarse a ellos.
  • Estar constantemente diciéndote a ti mismo que no puedes conseguir lo que te propones.
  • Sentir un vacío.
  • Preocuparse por lo demás pero no por uno mismo.
  • Inseguridad, tanto al hablar, como al mirarse al espejo o como al caminar.
  • Tener la necesidad de que los demás aprueben algo que haces.
  • No dar una opinión por pensar que no vale la pena.
  • Querer agradar a los demás.

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