Todos y cada uno de los objetos, ya sean naturales o artificiales, están formados por uno o más átomos que se unen a otros para crear las moléculas, teniendo en cuenta que deben hacer uso de distintos enlaces (iónico, covalente y metal), por lo que es ahí donde se encuentra el quid de las reacciones químicas. Y realmente, ¿qué son las reacciones químicas o fenómenos químicos? Son procesos termodinámicos mediante el cual una o más sustancias químicas conocidas como reactivos se modifican para crear otras denominadas productos.
Este tipo de reacciones pueden suceder de forma natural en la naturaleza, es decir, sin que intervenga el ser humano, o también a través del mismo en un laboratorio con todos los materiales necesarios y bajo condiciones muy controladas; eso sí, la mayoría de los materiales del día a día se obtienen industrialmente.
¿Quieres conocer algunos ejemplos de reacciones químicas? ¡Anímate a seguir leyendo este artículo!
Carbonización de azúcar con ácido sulfúrico
Una de las reacciones químicas más impresionantes se realiza en un laboratorio, siempre y cuando se disponga de todas las medidas de seguridad pertinentes, sobre todo una campana extractora de gases. La carbonización del azúcar de mesa con ácido sulfúrico es posible, ya que se trata de un ácido muy fuerte al ionizarse completamente en una solución. Esto actúa tan fuerte en ese aspecto que extrae el agua de la sacarosa y, por lo tanto, carboniza el azúcar.
Reacción de sulfato de cobre y hierro
La reacción redox entre el sulfato de cobre y el hierro es una de las más importantes en la química, además se consigue una circulación de electrones y da como resultado cobre metal mediante otras sustancias.
Los metales que se usan en esta reacción son menos nobles, por lo que presenta una reactividad química muy baja que hace que su forma metálica sea mucho más estable. Entonces es normal que el ion Cu2 se convierta en cobre cuando se oxida un metal que es menos noble que él.
Producir hidrógeno con aluminio y HCl
La reacción de oxidación-reducción surge entre el aluminio y el ácido clorhídrico, logrando así producir gas hidrógeno.
En este tipo de reacción es el aluminio el que se oxida al perder los electrones y el hidrógeno el que se reduce al ganar dichas partículas con carga eléctrica negativa. El resultado es el gas hidrógeno y este se caracteriza por pesar menos que el aire y arder con facilidad por culpa de una chispa o del calor.
Reacción entre glicerina y permanganato potásico
El permanganato de potasio es una sustancia de un color violeta y alto poder oxidante, por lo que si alguna otra sustancia entra en contacto con él lo va a oxidar. En este caso tenemos el ejemplo de la glicerina o el glicerol, que es un alcohol líquido obtenido por hidrólisis de grasas y aceites mixtos. Este al oxidarse provoca la reacción de combustión entre el oxígeno y el carbono, lo que genera una llama espontánea.