Ejemplos de residuos orgánicos

¿Qué son los residuos orgánicos? Se conoce así a todos aquellos materiales originados a partir de un ser vivo, ya sea animal o vegetal, y son capaces de transformarse biológicamente en otros de constitución más sencilla, producidos la mayoría de las veces en el ámbito domiciliario o comercial. Lo más habitual es que este tipo de residuos se utilicen para la alimentación de animales y la agricultura como abono o enriquecimiento de laboreo.

En estos casos, volver a utilizar los residuos orgánicos genera múltiples beneficios al reemplazar a otro producto que iba a tener que fabricarse y ayudar a no generar basura la cual, al acumularse, perjudica de forma grave al medioambiente.

A continuación te mostramos los ejemplos de residuos orgánicos.

Los residuos orgánicos son residuos biodegradables de origen vegetal o animal

Ejemplos de residuos orgánicos

Para empezar, cabe señalar que los residuos se pueden clasificar en 3:

  • Desechos inorgánicos: Desechos cuyo origen no es biológico, entonces suelen provenir de la industria o de algún otro proceso no natural (plástico, microprocesados).
  • Residuos peligrosos: Desechos de origen biológico o no que poseen propiedades intrínsecas que presentan riesgos para la salud, los cuales deben ser tratados de forma especial (sprays, disolventes, material infeccioso).
  • Desechos orgánicos: Desechos de origen biológico compuestos de restos de comida y vegetales de origen domiciliario.

Para saber más acerca de estos últimos sigue leyendo al poner múltiples ejemplos.

  • Caña seca y separada del grano de gramíneas.
  • Uñas.
  • Plumas y pelos de animales.
  • Cáscara de huevo.
  • Vísceras de pollo.
  • Restos de pan.
  • Huesos y sobras de carne.
  • Comida que no se encuentra en buen estado.
  • Bolsas de papel.
  • Orina de animales y personas.
  • Envases de cartón.
  • Semillas de varias frutas.
  • Excrementos de animales y personas.
  • Telas de algodón no usadas.
  • Cáscaras de fruta.
  • Semillas de sandía.
  • Césped y malas hierbas.
  • Hojas secas que caen de árboles y plantas.
  • Restos de café.
  • Comida mal congelada.
  • Plantas muertas.
  • Material elaborado con corcho.
  • Papel de cocina, servilletas y pañuelos usados.
  • Ceniza de distintos cigarrillos.
  • Espinas y restos de pescado.
  • Cabello humano.
  • Pétalos de flores.
  • Ramas de árboles podados.
  • Múltiples palillos, por ejemplo, chinos o helado.
  • Frutas podridas.
  • Bolsas biodegradables y compostables.
  • Cáscara de cebolla.
  • Madera totalmente húmeda.
  • Yerba utilizada anteriormente.
  • Restos de frutas y verduras, además de incluir las pieles.

Reciclaje de residuos orgánicos domiciliarios


El primer paso para evitar que se forme más basura de la recomendada es el consumo responsable, es decir, evitar envases innecesarios, rechazar productos de usar y tirar, hacer uso de elementos duraderos o con posibilidad de reciclaje y evitar materiales sintéticos fabricados con polímeros sintetizados.

Los residuos orgánicos son una fuente de nutrientes perfecta para enriquecer el suelo, y para ello se hace uso de un cajón de compost en el que se pueden meter múltiples residuos orgánicos.

Algunos de los ejemplos más habituales de residuos orgánicos para el compost son los siguientes:

  • Ceniza de madera.
  • Papel no tratado.
  • Serrín.
  • Cáscaras de huevo machacadas.
  • Estiércol fresco de animales herbívoros.
  • Posos de infusiones.
  • Malezas verdes.
  • Restos de cosecha de huertas.

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