La tipología del narrador varía dependiendo de cómo este cuenta la historia, ya sea en primera, segunda y tercera persona, y de si es un personaje que se encuentra dentro de la historia o más bien un simple observador conocido como omnisciente. Una de las formas de analizar es el vínculo entre el narrador y el resto es desde la articulación de las voces de cada uno, es decir, el narrador lo hace con estilo directo, estilo indirecto o bien estilo indirecto libre.
En este caso vamos a centrarnos en el estilo indirecto libre, también conocido como discurso indirecto libre, que integra en la voz del narrador frases propias de un personaje, teniendo en cuenta que se reconoce gracias a las marcas que suprimen la relación de ese registro del lenguaje.
A continuación te mostramos varios ejemplos de estilo indirecto libre para que lo comprendas mejor.
Ejemplos de estilo indirecto libre
- Laura dijo “me apasiona escuchar música de estilo rock porque me motiva“.
- Estilo indirecto libre: Laura decía que a ella le apasionaba escuchar música de estilo rock porque le relaja.
- Julián, el primo de Mikel, dijo “quiero ir a bailar a la escuela que hay en el centro de mi ciudad para pasármelo bien“.
- Estilo indirecto libre: Julián, el primo de Mikel, decía que él quería ir a la escuela de baile que hay en el centro de su ciudad para pasárselo bien.
- La abuela de mi amiga dijo “vente a casa a comer que te voy a poner una buena paella de marisco y un pastel de chocolate“.
- Estilo indirecto libre: la abuela de mi amiga decía que fuese a su casa a comer que me iba a poner una buena paella de marisco y un pastel de chocolate.
Otro ejemplo de estilo indirecto libre
El estilo indirecto libre se conoce como una forma de discurso bastante indeterminada y complicada de identificar en ciertas ocasiones, por eso a continuación te exponemos otro ejemplo más específico aún.
Fragmento de “La noche boca arriba” de Julio Cortázar.
- “Al lado de la noche de donde volvía, la penumbra tibia de la sala le pareció deliciosa… Todo era grato y seguro, sin ese acoso, sin… Pero no quería seguir pensando en la pesadilla… Ya no debía tener tanta fiebre, sentía fresca la cara. Ahora volvía a ganarlo el sueño, a tirarlo despacio hacia abajo. La almohada era tan blanda, y en su garganta afiebrada la frescura del agua mineral. Quizá pudiera descansar de veras, sin las malditas pesadillas. La luz violenta de la lámpara en lo alto se iba apagando poco a poco”.
Como podemos observar en este fragmento se entremezclan ciertas sensaciones que posee el personaje, quien es un paciente de hospital, con sus propios pensamientos. Lo que hace el narrador es usar el estilo indirecto libre para hablar como si fuese el propio personaje porque transmite al lector lo que éste piensa y siente en cada momento.
