En la lengua castellana, la regla de acentuación implica que algunas palabras pueden llevar tilde, entonces, al momento de leer, permite diferenciar entre diversas formas de pronunciar una palabra que se escriben con las mismas letras pero que se acentúan de forma diferente. Entre ellas existen las palabras graves o más conocidas como llanas, siendo las más habituales y las que se acentúan en la penúltima sílaba.
Si nos centramos en los verbos graves, cabe decir que son palabras paroxítonas que llevan tilde cuando terminan en cualquier letra que no sea “n”, “s”, o “vocal, a excepción de los vocablos en los que se rompe el diptongo.