¿Qué son las diapositivas? Simplemente son unas hojas que se utilizan para proyecciones y que contienen unos cuadros formados por bordes punteados y con diversos elementos, ya sea texto, imágenes, vídeos o gráficos. A la hora de mostrar una presentación para el colegio, el trabajo o la Universidad, una de las opciones más viables es la realización de una serie de diapositivas en las que mostrar de forma breve y concisa la información necesaria.
En la antigüedad se conocían como una serie de fotografías en positivo, pero el paso del tiempo y los avances tecnológicos han llevado a la creación de programas informático que permiten realizar diapositivas de forma sencilla y al alcance de todos.
A continuación te mostramos un ejemplo de cómo hacer una buena diapositiva.
Conocer a la audiencia
Antes de empezar con la presentación de diapositivas es importante saber a quién va dirigido y cuáles son sus características:
- :¿Qué estilo tienen?
- ¿Prefieren un estilo más relajado o más serio?
- ¿De cuánto tiempo dispone el público?
Planificar la narrativa
El segundo paso es crear una narrativa según las expectativas y lo que se desea comunicar. Lo mejor es preguntarse ¿la audiencia prefiere saber los datos clave en primer lugar y después desarrollarlos, o mejor poco a poco a través de los puntos relevantes?
Por ejemplo, en un informe laboral lo mejor es enseñar los datos con calma y de forma directa, mientras que en el ámbito escolar el factor sorpresa es lo más llamativo para la audiencia.
Mantener lo esencial
No hay un límite de diapositivas, por lo que puede durar 10 minutos en una presentación escolar y 40 en una conferencia. Esto no es tan relevante, más bien saber que el texto debe ser lo más conciso posible, sin sobrepasar las 6 líneas por hoja para que la audiencia tenga tiempo de leer. Esto nos lleva a sintetizar la información en viñetas y así hallar los datos más importantes de la presentación.
Diseñar según la imagen corporativa
Los elementos de la marca de la empresa o del tema educativo hacen que las diapositivas sean distintas. Se hace uso de una tipografía y un color específico y que llame la atención, además de poner el logo en un sitio estratégico, por ejemplo, una especie de marca de agua en la parte inferior o el propio logo en la parte superior, concretamente donde está el título.
Usar el contraste
El siguiente paso es escoger el contraste perfecto entre el fondo y el propio texto para que este último resalte más y la audiencia se fije en él. Además, es fundamental que se utilice el tamaño de letra adecuado para que sea legible según la distancia entre la persona que lo presenta y el público.
Añadir imágenes
¿A quién no le llama la atención una imagen en una diapositiva? Esto hace que la presentación sea mucho más fluida, vistosa y entretenida, teniendo en cuenta que se pueden encontrar libres de derechos en Pixabay.