Antes de nada, ¿qué es el Síndrome de Tourette? Es un trastorno del sistema nervioso que hace que los individuos produzcan movimientos repetitivos o sonidos indeseados (tics motores y vocales) que no son capaces de controlar en ningún momento. Generalmente esta afección se manifiesta primero en la infancia o en la adolescencia, antes de los 18 años, teniendo en cuenta que a medida que avanza provoca malestar o deterioro social y laboral, incluso en otras áreas llegando a la discriminación.
Uno de los síntomas de este síndrome es la coprolalia, es decir, la expresión involuntaria de palabras obscenas o socialmente inapropiadas, sobre todo se dirige a insultos de desprecio por las personas o los objetos y a actos sexuales malsonantes.
Si quieres conocer algunos ejemplos de coprolalia, no dudes en seguir leyendo este artículo.
Ejemplos generales de coprolalia
Este término medico destaca por expresiones involuntarias que están ligadas a comentarios obscenos que, a su vez, van acompañadas de un tono bastante elevado, lo que hace llamar más la atención y generar alteraciones en el lugar en el que ocurre.
Algunas de esas acciones totalmente involuntarias son ofensas al resto de personas, lo cual puede causar un escándalo si no se sabe que tienen este síndrome, ya que se refieren de forma despectiva.
También existen otras acciones como las alteraciones hacia el resto de los individuos en cuanto a menciones de los pacientes hacia las zonas genitales o los actos sexuales.
No solo esto, las reacciones violentas hacia el resto sin motivo alguno están a la orden del día, teniendo en cuenta que pueden ser empujones, golpes y/o patadas que se mantienen en un periodo corto porque después llega la calma. Eso sí, las reacciones violentas también pueden ser hacia sí mismos, lo que deriva en una elevada peligrosidad al no controlar la propia fuerza motora y eso, a su vez, en heridas o afecciones cardíacas.
Ejemplos concretos de coprolalia
- El padre le humilló a su hijo Jesulín con insultos delante del colegio del pequeño.
- El compañero de trabajo no paraba de decirle cosas sobre sus genitales.
- María se agredió a si misma de forma incontrolable hasta que se hizo una herida en el brazo.
- Su primo estaba en el cine y reaccionó de forma violenta y sin razón alguna hacia las personas que se encontraban en la sala.
- Mari Carmen y Natalia no paraban de insultarse en la estación del metro.
- Mikel estaba ingresado y quería autolesionarse, por lo que le pusieron un sedante.
- Le trató de forma negativa y agresiva a su hermano por ser mas lento al caminar.
Los ejemplos mostrados ahora mismo pueden ser bastante complejos y sin motivo alguno, pero hay otras situaciones algo cómicas como la persona que grita “¡Ayúdenme, mis calzoncillos están en fuego!”.
La coprolalia no refleja pensamientos, creencias u opiniones de la persona.
Por último, hay personas con el Síndrome de Tourette que no dicen palabras malsonantes en voz alta, pero puede que sí que se las repitan una y otra vez mentalmente, lo que se conoce como coprolalia subvocalizada.