La tolerancia está vinculada a una cuestión de la moral y de la vida en sociedad, y hace referencia al comportamiento de la persona, quien respeta y acepta las diferentes opiniones, sentimientos, ideas o actitudes aunque difieran o sean antagónicas a las propias. Para ser realmente tolerante es fundamental escuchar a los demás que opinan diferente, valorando siempre su punto de vista aunque no se comparta.
Respecto a este término, se considera como una gran virtud y una responsabilidad cívica, ya que para muchas personas es una de las bases de la cultura democrática que, a su vez, implica una mejor integración de todas y cada una de las personas.