En el castellano, las palabras se pueden agrupar en consecuencia de la sílaba tónica, es decir, al pronunciar una palabra, hay una sílaba que se pronuncia con más intensidad. En este caso, hay que centrarse en las palabras agudas que son las que tienen la sílaba tónica al final, por ejemplo, avión, sofá o jamás. Además, tienen una norma y es que si el vocablo termina en “n”, “s” o vocal, lleva tilde.
Las palabras oxítonas tienen una armonía muy característica y hacen que las oraciones cojan un ritmo, por eso se suelen utilizar en el ámbito poético o en el de la canción. En el castellano, los verbo que no están definidos por un tiempo y que están compuestos por más de una sílaba son palabras agudas.