La oración con sujeto tácito es aquella en la que no aparece el sujeto de manera explícita sino que se debe deducir al añadir elementos morfológicos, con lo que también se le llama sujeto omitido o implícito. Lo que hace es hablarnos de su propia naturaleza y lo tácito significa que alguno no está presente de forma evidente por lo que se tiene que sobreentender por el contexto.
El sujeto tácito aparece en oraciones coordinadas y subordinadas y también destaca en las oraciones imperativas ya que al verbo no le acompaña un sujeto al ser una orden dirigida a la persona que tiene que realizar el mandato.