La palabra cacofonía deriva del griego y está compuesto por las raíces kakós (desagradable) y phoné (sonido), por lo tanto se traduce a un sonido desagradable. Más específicamente se define como una reiteración de fonemas o la dicción de un vocablo que al juntarse con otras similares en una misma oración se escucha extraño. Se le considera un “vicio del lenguaje” que lo que causa es que se vitupera el discurso por lo que es mejor eludirla a la hora de escribir.
La manera más sencilla de identificar una cacofonía es leyendo la oración en voz alta y si se halla alguna en el texto es mejor eliminarlas o cambiarlas de singular a plural o viceversa, poner un sinónimo o cambiar el orden de los vocablos para que no aparezcan una cerca de la otra.